lunes, 12 de mayo de 2014

El amor verdadero y lo prohibido

El amor verdadero y lo prohibido
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A lo largo de los años he tratado con personas que sostienen relaciones sentimentales a las que suelo llamar “Relaciones de laberinto”, pues se trata de hombres o mujeres que adrede o no se han adentrado en un laberinto sentimental del cual no encuentran nunca la salida y si lo hacen salen muy lastimados.

Por citar solo un caso en este artículo, hablaremos de quienes se enamoran de una PERSONA CASADA.
 En este tipo de relaciones, la tercera persona no siempre está enterada del estado civil de la otra. Muchas veces se trata de un hombre que aunque está comprometido y tiene un hogar estable, engaña a una mujer desprevenida que busca afecto, jurándole que es libre y cuando esta se encuentra muy enamorada y lo descubre –ya sea porque él se lo confiese o porque ella se entere por otros medios-  argumenta “que son cosas del destino” “que no quería hacerle daño” y todo otro tipo de excusas para parecer la víctima y no el victimario.

Sin lugar a dudas, una relación así está muy lejos de ser amor verdadero, pues para empezar el amor genuino se basa en la verdad y no en la mentira, por eso se le llama amor verdadero.
 ¿Pero qué ocurre cuando ella está enterada desde el mismo principio y aun así le permite a ese hombre casado entrar en su corazón?
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Con mucha más razón tenemos que concluir que dicha relación no es fruto del amor verdadero. Pues el amor verdadero está basado en principios. Principios como la honestidad, la lealtad, la fidelidad, el amor al prójimo, la justicia, la verdad, la reciprocidad y todo otro concepto que oriente la relación al bienestar mutuo de todos los que estén implicados de forma directa o indirecta en dicho vínculo sentimental.

Y quiero que tengas en cuenta que estos puntos aplican no solo en el caso de hombres casados que son infieles a su pareja, sino también a las mujeres que a pesar de estar unidas por el vínculo sagrado del matrimonio, se involucran con otro hombre.

Y si es el caso y tú tienes una relación con una persona comprometida permítete por favor hacerte la siguiente pregunta:
 “Si le es desleal a su cónyuge con quien tiene un compromiso ante Dios y ante los hombres, ¿Por qué no contigo con quien apenas tiene una aventura amorosa?

Por José Guillermo Restrepo D

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