lunes, 12 de mayo de 2014

Amantes por eleción


 En este artículo analizaremos el contraste de los amantes por instinto, que ya consideramos en esta página, y que como estuvimos viendo es la clase de amor más común pero al que debemos rechazar si en verdad queremos encontrar en nuestra vida el amor genuino.
Amantes por elección
Los amantes por elección somos todos aquellos que hemos decidido que el amor sea lo más importante y que como tal influya en toda esfera de nuestra vida; que no nos conformamos con hacer lo que los demás hacen, que no amamos por reproducirnos o simple placer sexual. No!  Más  bien, lo hacemos por expresar y sentir el inmenso potencial de la chispa de magia divina que Dios ha puesto en nuestro corazón para que la descubramos,  y con ella iluminemos a ese ser que hará lo mismo con nosotros cuando encontremos el amor verdadero!
No amamos porque los demás lo hacen
Si te has dado cuenta, habrás notado que el amor llega a la vida de muchas personas como algo automático. En el caso de la mayoría empiezan a sentir los efectos del romance a una edad muy temprana y como es de esperarse, en esta situación es muy difícil que un joven se detenga a reflexionar en qué significa el amor de verdad y en cómo encontrarlo. Y aunque hay que reconocer que el ser humano nace con la capacidad de amar, también debemos admitir que no es el amor verdadero lo que viene impregnado en nuestros genes. Aquí es donde encontramos la confusión por la que en gran parte, nacen los amantes por instinto, ya que se imaginan que por el simple hecho de sentirse atraídos por alguien, esto es ya de por sí amor verdadero. Por citar solo un caso en los que eso a lo que la gente llama amor surge y se une a la inmensa lista de relaciones inciertas que adornan nuestro entorno.

Pero las personas que amamos por elección, por el contrario, somos estudiantes inquisitivos, apasionados y exploradores diligentes en el arte de amar. Que siempre andamos buscando una excusa para expresar nuestros sentimientos, ya sea mediante una llamada, un correo, un hermoso detalle bien pensado, una sorpresa cargada de poesía y romanticismo, una serenata inusual o cualquier otro modo de hacerle sentir a esa persona que amamos, que no son simples, copiadas y vanas palabras lo que escucha cuando al oído con un tierno y leve suspiro le decimos; “! Te amo!”

En resumen podemos decir que no amamos porque nos demos cuenta que papá y mamá se quieren, o porque vemos que eso es lo que hacen los vecinos, nuestras amistades, lo que vemos en el trabajo, en el colegio, en los medios de comunicación o porque simplemente al pasar por una calle vimos en una esquina una pareja abrazada y nos dijimos “Yo también quiero estar enamorado(a) y quiero tener a alguien que me ame de verdad”. No! Los amantes por elección dedicamos la mayor cantidad de tiempo posible a investigar para contestar de forma satisfactoria las siguientes preguntas: “¿Qué es el amor verdadero?  ¿Cómo encontrarlo? ¿En qué persona buscarlo? ¿Cuáles son los conceptos, principios, técnicas y consejos que puedo aplicar a fin de amar y ser amado(a) de verdad?  Y cuando ya lo encontramos no nos conformamos con haberlo hallado, sino que nos esforzamos por especializarnos en la universidad del amor, lugar que solo tiene abiertas sus puertas para quienes amamos por elección. Porque como explico en mi audiolibro Los 3 secretos imprescindibles para encontrar el amor verdadero no podemos darnos el lujo de perder el amor genuino después de haberlo encontrado.

No amamos por reproducirnos o simple placer sexual
Los amantes por elección nos negamos a creer que es de ley tener hijos o como dicen algunos “conocer la pinta”. Más bien pensamos que los hijos son una bendición de Dios y que como tal deben llegar solo cuando lo hemos planificado con nuestro amor verdadero. Pero lamentablemente tenemos que reconocer que este mundo está lleno de padres que aman por instinto y cuyos hijos son solamente fruto del ego o el placer. ¡Qué lástima!

Elección constante
Los amantes por elección, amamos porque el día que encontramos  el amor verdadero, lo elegimos de entre una gran cantidad de opciones que nos presenta la vida. Y como somos amantes entrenados, capacitados y especializados en el tema del amor, sabemos elegir muy bien esa persona en la que enfocamos nuestros sentimientos. Dicho de otra forma, es una elección de la cual después no nos arrepentimos sino que por el contrario, trabajamos con nuestra pareja en el crecimiento y desarrollo pleno de la relación. Lo que nos lleva a que esa elección que hacemos cuando nos enamoramos de verdad, no es una elección que hicimos solo ese día. Se trata de seguir eligiendo la misma persona en todas las situaciones, en  todos los momentos y oportunidades en los que se pone a prueba la calidad y seriedad de la decisión que tomamos. Ejemplo: cuando una persona se siente tentada por alguien que quiere entramparla para que le sea infiel a su pareja,  y es el amor verdadero lo que tiene en su corazón, esta persona la tiene clara y está completamente convencida de la elección que hizo de modo que no necesita pensarlo para elegir de nuevo porque durante toda su vida hará siempre la misma elección.

 Más que una simple rutina
Siempre he dicho que quienes han triunfado en los diferentes sectores de la industria, la ciencia, la tecnología o cualquier otro campo es porque se atrevieron a ser diferentes y a ver el mundo con otros ojos. Y estoy convencido de que el campo del amor no es la excepción, pues todas las experiencias de personas que conozco que están viviendo una relación de amor verdadero te aseguro son gente totalmente diferente. Pienso que si a quienes han contribuido al desarrollo de nuestro mundo en sus diferentes campos, se les llama súper genios de la ciencia, a quienes se atreven a ser diferentes y romper las cadenas de la rutina y la monotonía del amor se les debe llamar los súper genios del romanticismo.


Amamos por sentir, desarrollar y expresar el potencial que Dios ha puesto en nuestro corazón para amar

Como mencionaba más arriba, nosotros nacemos con la capacidad de amar, pero al igual que todo don que hemos recibido del creador debemos pulir y enriquecer el don de amar para que día a día se vaya perfeccionando y alcance el nivel óptimo de amor verdadero. De este modo, estaremos utilizando en su máxima expresión el potencial que Dios ha puesto en nuestro corazón para amar.

Claro, no debemos caer en el error de creer que el amor verdadero es perfecto, pues como lo explico en mi audio libro Los 3 secretos imprescindibles para encontrar el amor verdadero, el amor genuino no es un estado de perfección inmóvil que no necesite crecimiento y avance sino que por el contrario, la pareja debe aunar esfuerzos para trabajar en equipo y alcanzar el éxito en su relación. ¿De qué clase de éxito estamos hablando? No se trata de una montaña que escalamos con el fin de llegar a su cima para luego sentarnos a descansar y festejar el triunfo.

Por supuesto que no. Los amantes por elección entendemos que desde el momento que nos conocemos con el amor verdadero de nuestra vida, empieza un proceso al que no podemos llamar carrera porque jamás tendrá fin. De hecho, cada día que amanece es un día de aprendizaje y oportunidades para fortalecer la relación, por lo general recomiendo yo, con métodos o técnicas diferentes que irán enfocadas en el descubrimiento de nuevas experiencias y emociones, que conferirán a la pareja todos los elementos necesarios para convertir lo que sienten en el auténtico y puro amor verdadero. Que les hará experimentar la inigualable satisfacción y felicidad que solo nos puede brindar el arte de amar de verdad.
Por José Guillermo Restrepo Duque

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