En este artículo analizaremos el contraste de los
amantes por instinto,
que ya consideramos en esta página, y que como estuvimos viendo es la
clase de amor más común pero al que debemos rechazar si en verdad
queremos encontrar en nuestra vida el amor genuino.
Amantes por elección
Los
amantes por elección somos todos aquellos que hemos decidido que el
amor sea lo más importante y que como tal influya en toda esfera de
nuestra vida; que no nos conformamos con hacer lo que los demás hacen,
que no amamos por reproducirnos o simple placer sexual. No! Más bien,
lo hacemos por expresar y sentir el inmenso potencial de la chispa de
magia divina que Dios ha puesto en nuestro corazón para que la
descubramos, y con ella iluminemos a ese ser que hará lo mismo con
nosotros cuando encontremos el amor verdadero!
No amamos porque los demás lo hacen
Si te has dado
cuenta, habrás notado que el amor llega a la vida de muchas personas
como algo automático. En el caso de la mayoría empiezan a sentir los
efectos del romance a una edad muy temprana y como es de esperarse, en
esta situación es muy difícil que un joven se detenga a reflexionar en
qué significa el amor de verdad y en cómo encontrarlo. Y aunque hay que
reconocer que el ser humano nace con la capacidad de amar, también
debemos admitir que no es el amor verdadero lo que viene impregnado en
nuestros genes. Aquí es donde encontramos la confusión por la que en
gran parte, nacen los
amantes por instinto,
ya que se imaginan que por el simple hecho de sentirse atraídos por
alguien, esto es ya de por sí amor verdadero. Por citar solo un caso en
los que eso a lo que la gente llama amor surge y se une a la inmensa
lista de relaciones inciertas que adornan nuestro entorno.
Pero las personas que amamos por elección, por el contrario, somos estudiantes inquisitivos,
apasionados y exploradores diligentes en el arte de amar. Que siempre
andamos buscando una excusa para expresar nuestros sentimientos, ya sea
mediante una llamada, un correo, un hermoso detalle bien pensado, una
sorpresa cargada de poesía y romanticismo, una serenata inusual o
cualquier otro modo de hacerle sentir a esa persona que amamos, que no
son simples, copiadas y vanas palabras lo que escucha cuando al oído con
un tierno y leve suspiro le decimos; “! Te amo!”
En resumen podemos
decir que no amamos porque nos demos cuenta que papá y mamá se quieren, o
porque vemos que eso es lo que hacen los vecinos, nuestras amistades,
lo que vemos en el trabajo, en el colegio, en los medios de comunicación
o porque simplemente al pasar por una calle vimos en una esquina una
pareja abrazada y nos dijimos “Yo también quiero estar enamorado(a) y
quiero tener a alguien que me ame de verdad”. No! Los amantes por
elección dedicamos la mayor cantidad de tiempo posible a investigar para
contestar de forma satisfactoria las siguientes preguntas: “¿Qué es el
amor verdadero? ¿Cómo encontrarlo? ¿En qué persona buscarlo? ¿Cuáles
son los conceptos, principios, técnicas y consejos que puedo aplicar a
fin de amar y ser amado(a) de verdad? Y cuando ya lo encontramos no nos
conformamos con haberlo hallado, sino que nos esforzamos por
especializarnos en la universidad del amor, lugar que solo tiene
abiertas sus puertas para quienes amamos por elección. Porque como
explico en mi audiolibro
Los 3 secretos imprescindibles para encontrar el amor verdadero no podemos darnos el lujo de perder el amor genuino después de haberlo encontrado.
No amamos por reproducirnos o simple placer sexual
Los amantes por
elección nos negamos a creer que es de ley tener hijos o como dicen
algunos “conocer la pinta”. Más bien pensamos que los hijos son una
bendición de Dios y que como tal deben llegar solo cuando lo hemos
planificado con nuestro amor verdadero. Pero lamentablemente tenemos que
reconocer que este mundo está lleno de padres que aman por instinto y
cuyos hijos son solamente fruto del ego o el placer. ¡Qué lástima!
Elección constante
Los amantes por
elección, amamos porque el día que encontramos el amor verdadero, lo
elegimos de entre una gran cantidad de opciones que nos presenta la vida.
Y como somos amantes entrenados, capacitados y especializados en el
tema del amor, sabemos elegir muy bien esa persona en la que enfocamos
nuestros sentimientos. Dicho de otra forma, es una elección de la cual
después no nos arrepentimos sino que por el contrario, trabajamos con
nuestra pareja en el crecimiento y desarrollo pleno de la relación. Lo
que nos lleva a que esa elección que hacemos cuando nos enamoramos de
verdad, no es una elección que hicimos solo ese día. Se trata de seguir
eligiendo la misma persona en todas las situaciones, en todos los
momentos y oportunidades en los que se pone a prueba la calidad y
seriedad de la decisión que tomamos. Ejemplo: cuando una persona se
siente tentada por alguien que quiere entramparla para que le sea infiel
a su pareja, y es el amor verdadero lo que tiene en su corazón, esta
persona la tiene clara y está completamente convencida de la elección
que hizo de modo que no necesita pensarlo para elegir de nuevo porque
durante toda su vida hará siempre la misma elección.
Más que una simple rutina
Siempre he dicho que quienes han triunfado en los diferentes sectores de la industria,
la ciencia, la tecnología o cualquier otro campo es porque se
atrevieron a ser diferentes y a ver el mundo con otros ojos. Y estoy
convencido de que el campo del amor no es la excepción, pues todas las
experiencias de personas que conozco que están viviendo una relación de
amor verdadero te aseguro son gente totalmente diferente. Pienso que si a
quienes han contribuido al desarrollo de nuestro mundo en sus
diferentes campos, se les llama súper genios de la ciencia, a quienes se
atreven a ser diferentes y romper las cadenas de la rutina y la
monotonía del amor se les debe llamar los súper genios del romanticismo.
Amamos por sentir, desarrollar y expresar el potencial que Dios ha puesto en nuestro corazón para amar
Como mencionaba más
arriba, nosotros nacemos con la capacidad de amar, pero al igual que
todo don que hemos recibido del creador debemos pulir y enriquecer el
don de amar para que día a día se vaya perfeccionando y alcance el nivel
óptimo de amor verdadero. De este modo, estaremos utilizando en su
máxima expresión el potencial
que Dios ha puesto en nuestro corazón para amar.
Claro, no debemos caer
en el error de creer que el amor verdadero es perfecto, pues como lo
explico en mi audio libro
Los 3 secretos imprescindibles para encontrar el amor verdadero, el
amor genuino no es un estado de perfección inmóvil que no necesite
crecimiento y avance sino que por el contrario, la pareja debe aunar
esfuerzos para trabajar en equipo y alcanzar el éxito en su relación.
¿De qué clase de éxito estamos hablando? No se trata de una montaña que
escalamos con el fin de llegar a su cima para luego sentarnos a
descansar y festejar el triunfo.
Por supuesto que no. Los amantes por
elección entendemos que desde el momento que nos conocemos con el amor
verdadero de nuestra vida, empieza un proceso al que no podemos llamar
carrera porque jamás tendrá fin. De hecho, cada día que amanece es un
día de aprendizaje y oportunidades para fortalecer la relación, por lo
general recomiendo yo, con métodos o técnicas diferentes que irán
enfocadas en el descubrimiento de nuevas experiencias y emociones, que
conferirán a la pareja todos los elementos necesarios para convertir lo
que sienten en el auténtico y puro amor verdadero. Que les hará
experimentar la inigualable satisfacción y felicidad que solo nos puede
brindar el arte de amar de verdad.
Por José Guillermo Restrepo Duque